domingo, 28 de febrero de 2016

LA REIVINDICACIÓN NECESARIA DEL 28 DE FEBRERO






Rescatar el espíritu del 28 de febrero como fruto de la otra gran fecha histórica del 4 de diciembre, supone hoy un reto para todos los andaluces y andaluzas que entienden que Andalucía no puede perder las conquistas de aquellas movilizaciones populares. Este reto toma mayor sentido ante los cambios constitucionales que se avecinan y donde Andalucía puede perder su condición de comunidad de primera ganada en la calle y en las urnas en aquellas históricas fechas.
         Más allá de cualquier nacionalismo etnicista, Andalucía levantó la bandera de la lucha por la dignidad y la autonomía, conectando con los ideales relegados de Blas Infante. Como destacó el recientemente fallecido parlamentario José Luis Serrano, no se trataba de ser una comunidad más, sino como la que más. A partir de entonces el país andaluz se convirtió en razón de Estado y esa trayectoria reivindicativa de su ser le convirtió en sujeto político federable.
Ese despertar del pueblo andaluz, todo el potencial de la juventud comprometida de entonces se fue esfumando. El territorio andaluz se convirtió en el escenario de la lucha electoral en función de los intereses de las grandes formaciones, comenzando por hacer coincidir las elecciones generales y autonómicas, hurtando el debate netamente andaluz. Para volver a confundir lo andaluz con lo español. Andalucía como la más Españas de la Españas, desterrando la cultura propia, utilizada como arma  recurrente contra los nacionalismos del norte, de donde también llegaban los ataques de los gerifaltes con los estereotipos de siempre.
Fracasado el único partido autónomo y renunciando a jugar ese papel Izquierda Unida, Andalucía no cuenta con un Compromis o una Anova que le de protagonismo. Del mismo modo, el partido emergente Podemos, que tiene la oportunidad de intentar jugar ese papel, tendrá que definirse si va a ser una sucursal del centralismo madrileño del partido, o va a recoger el legado del parlamentario José Luis Serrano, “Andalucía como la que más”.
Porque no sirve el voluntarismo sino la acción política organizada que valga de motor de movilización, y sea protagonista ante los cambios del sistema político actual.

De entrada el Parlamento andaluz,  que aprobó una proposición no de ley de defensa del patrimonio constitucional andaluz  -inciativa del colectivo Más Andalucía a través de Podemos-, obliga al Gobierno autónomo a  cumplir ese mandato. Un mandato que habrá de hacerse efectivo en el marco de la negociación territorial próxima.

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